Las personas dejaron de escribir como solían hacerlo, en la última década, la escritura mutó, dejó de ser manual y pasó a ser digital. De esta manera son cada vez menos las personas que acostumbran a escribir a mano, para el trabajo, el estudio y la vida cotidiana.
Del papel a la pantalla: aprendé a escribir para cine con un taller del Ente CulturalEstudios demuestran que escribir a mano ofrece ventajas cognitivas que las herramientas digitales no pueden imitar ni reproducir. Desde la mejora de la retención de la memoria hasta la mejora de los resultados del aprendizaje, mantener el arte de escribir a mano puede influir significativamente en la forma en que absorbemos y retenemos la información.
La escritura a mano es beneficiosa para el aprendizaje
Las ventajas son varías, “sostener un bolígrafo con los dedos, presionarlo sobre una superficie y mover las manos para crear letras y palabras es una habilidad cognitivo-motora compleja que requiere gran parte de nuestra atención”, afirma Mellissa Prunty, lectora de terapia ocupacional en la Universidad Brunel de Londres (Reino Unido), que ha investigado la relación entre la escritura a mano y el aprendizaje. “Se ha demostrado que este nivel más profundo de procesamiento, que implica relacionar los sonidos con las formaciones de las letras, favorece la lectura y la ortografía en los niños”, afirma Prunty.
Un estudio en el que participaron 42 adultos que aprendían árabe reveló que los participantes que aprendían las letras escribiéndolas a mano las reconocían más rápido, les resultaba más fácil nombrarlas y pronunciaban mejor las letras recién aprendidas, en comparación con las personas a las que se les pedía que aprendieran los nuevos caracteres tecleándolos o simplemente mirándolos.
Robert Wiley, profesor de psicología de la Universidad de Carolina del Norte Greensboro (en Estados Unidos) y coautor del estudio de aprendizaje, explica que aprender una palabra nueva implica conectar un símbolo abstracto con información a nivel visual, motor y auditivo. “La escritura a mano puede activar más conexiones a través de estas diferentes dimensiones en comparación con la mecanografía”, afirma.
Un cuerpo más activo, un cerebro más activo
Para entender mejor cómo influyen nuestros sentidos en nuestra cognición, podemos pensar en nuestro cerebro como en un sistema de carreteras, dice Audrey van der Meer, profesora de neuropsicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Las redes cerebrales de los niños son como senderos tenues y sinuosos en un bosque, dice. Con la práctica y la experiencia, estos caminos pueden convertirse en autopistas que conectan distintas partes del cerebro para transportar información de forma rápida y eficaz.
Los investigadores están fomentando la perseverancia en las habilidades de escritura a mano. En Noruega, muchas escuelas han dejado de enseñar la escritura cursiva, y en su lugar optan por que los alumnos escriban y lean en un iPad, una tendencia que se espera cambiar con su investigación. “Creo que deberíamos tener al menos un mínimo de escritura a mano en los planes de estudio de primaria, simplemente porque es muy buena para el desarrollo del cerebro”, afirma.